Wall-e: Algo nuevo bajo el sol

Estos días blancos me he propuesto algo: ver las pelis con el cartelito de "imprescindible" del 2008, las cuales no pude ver a lo largo del año como debería (cine, subtitulos, sin que nadie me moleste a menos que yo quiera...). Y es que nunca había visto tantas películas como este año, pero posiblemente nunca había ido al cine tan poco como este año, o al menos, nunca había salido tan poco satisfecho del cine como este año. Paradojas de la vida.

En fin, clavemos el tenedor. Después de ver 4 meses, 3 semanas y 2 días y La question humaine, decidí que le tocaba el turno a la película disney (almenos la "famosa") del 2008.
Reconozco que, una vez más, se daba una paradoja. Por una parte, cualquiera que me conozca (y quien no, aquí se lo digo), sabe que hay dos géneros que no suelo soportar: el musical y la animación disney. Esto ha sido así siempre, desde niño. Creedme que cuando ambos géneros se fusionaban (películas disney pre-pixar) quería o bien morir o saber como se le daba al FWD en el cine. Por eso mismo no fui al cine a ver ésta (riesgo económico demasiado elevado). Aún así, y aquí está la otra cara de la moneda, que me hubieran hablado tan bien sobre esta película y que hubiera leído tantas críticas positivas sobre ella hacía que guardara una cierta esperanza respecto a este filme. Resultado de la paradoja: un término medio.

Y es que Wall-e empieza con mucha fuerza, con unas secuencias iniciales que te dejan con la boca abierta, tanto por la realización virtual como por la audiovisual; todo está bien medido: música, efectos especiales, montaje... No hay nada que parezca hecho a la ligera. La primera (casi) media hora es casi sublime, una presentación casi perfecta, un prodigio de la animación (muchos toques infantiles, sí, pero no hay que olvidar que estamos hablando de Disney). Que aguante casi toda la película sin diálogos es una prueba del buen hacer de sus realizadores. Técnicamente es muy grande. Pero entonces, todo empieza a ir cuesta abajo, desde el olimpo de la animación baja progresivamente hacia la tierra firme, donde están sembradas todas las demás películas de la factoría del señor congelado.
Seguramente me digáis que exijo demasiado, que soy muy puntilloso. Cierto, pero luego veremos por qué. Antes, me gustaria comentar algunas de las cosas que hay detrás de la película, muy interesantes. Primero, se nos presenta la dicotomía entre lo antiguo y lo nuevo, entre las formas de vida antiguas, calmadas, casi rurales (representadas por Wall-e) y las nuevas, donde todo es volátil y lo que no sirve se destruye, donde todo está medido, calculado y sólo importan las cifras (representadas por Eve). Más tarde, y esto es lo que más me gusta del film, se nos muestra-mediante una cuidada pero no tan sutil crítica- en qué podemos convertir nuestra sociedad dentro de unos años (si no lo somos ya): tipos gordos, sin relaciones sociales, con el único entretenimiento de una pantalla delante de nuestras narices, con la influencia masiva de la publicidad y la obsesión por la belleza superficial. Una distopía bien representada y ciertamente muy creíble, donde hayamos destruido el planeta y nos encontremos vagando por el espacio sin voluntad para nada, sólo flotar y dejar que la marea nos lleve; donde una confianza ciega en las máquinas y un mal uso de ellas haya desterrado el amor por el conocimiento. Esta lectura (que por supuesto todo el mundo adulto podrá ver en mayor o menor medida) me gusta, es algo que no me esperaba, además de los guiños cinéfilos o a la historia de la ciencia ficción.

¿Qué no me gusta, entonces? La otra parte. La parte Disney de siempre, las diferentes manifestaciones de exactamente la misma historia. Estamos hablando desde la órbita cultural. (Diría que aquí vienen espoilers, pero si lo leeis veréis que no). Véase a un chaval, animal u objeto humanizado (Wall-e : Wally). El pobre es un solitario, es un looser que no tiene más compañía que su mascota (cucaracha). Un día sin embargo, conoce a una chica, animal hembra u objeto humanizado (Eve), y se enamora de ella, aunque a ella en un principio sólo le importe un objetivo determinado. Tras varias secuencias, el looser, casi de casualidad, se convertirá en héroe, logrando el objetivo que tanto ansía la chica y por tanto conquistándola (materialismo puro). ¿Os suena?. Seguramente sí. Por ello mismo, no puedo calificar tan bien a esta película como me hubiera gustado, quiero algo nuevo, que me sorprenda, quiero riesgo. No quiero uniformidad cultural, no quiero ver películas que he visto 100 veces. Aunque sean para niños.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No le pidas peras al olmo, Travis. Una película para niños es una película para niños. Sin más.

Jose Barriga dijo...

Gracias por concursar, en pocos días se conocerá el ganador…. Frecuenta el blog para conocer nueva información sobre el concurso. Muchas gracias Un Saludo…

El Guardián de la fila 8 dijo...

¿No está todo ya contado?
Travis, me ha gustado mucho tu crítica.
Mis respetos,
El Guardián de la fila 8

Juanjo dijo...

Buena crítica, para mí Wall-e fue una de las mejores películas que ví el año pasado.

Un saludo.

Jansy dijo...

Unba gran pel·lícula, tot i que el millor està al principi.

Un suggeriment: ja que analitzes pel·lícules, per què no els hi poses una puntuació? Això sempre fa més atractiva la lectura i és més visual, i s'entén millor la teva opinió sobre la pel·lícula.

Travis dijo...

Gràcies pel comentari, Jansy. La veritat és que quan vam obrir (dic vam perquè som 2, encara que l'altra persona no hi escrigui gaire jeje) ho vam pensar això de la puntuació, però (potser pecant una mica de pedants), crec que el cinema és un art no matemàtic, molt subjectiu. Crec que a les nostres crítiques intentem anar més enllà de "és una película de ****", tractant d'analitzar una mica que hi ha darrera. És difícil d'explicar però ficar-li puntuació seria treure-li el suc una mica... De totes maneres gràcies pel suggeriment i espero que et passis un altre cop per aquí